FABULA DE LA ZORRA Y EL LEÑADOR

Esta fábula demuestra que no hay que fiarse de todo el mundo aunque por delante te pongan buena cara, por eso los amigos de verdad son tan escasos.





LA ZORRA Y EL LEÑADOR

Una zorra estaba siendo perseguida en medio de un bosque por unos cazadores, cuando de pronto en su huida se encontró con un leñador. La zorra en su afán por huir de sus perseguidores le pidió auxilio al leñador y este le indicó que podía esconderse en su cabaña, que allí estaría segura. Cuando la zorra se había escondido en la cabaña, llegaron los cazadores y le preguntaron al leñador si había visto pasar una zorra por allí. Entonces el cazador dijo rápidamente que no con su voz, pero disimuladamente intentó dirigir a los cazadores a la cabaña. Estos no se dieron cuenta del aviso que les estaba haciendo el leñador y se fueron cuando les dijo que no.

Cuando los cazadores se habían marchado, la zorra salió de su escondite y se fue sin decir nada; pero antes de que se hubiese marchado, el leñador le dijo que por lo menos le podía dar las gracias por haberle salvado la vida. De pronto la zorra se volvió hacia el leñador y como lo había visto todo le respondió:

- Yo te habría dado las gracias si tu voz y tus manos hubiesen dicho lo mismo.

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