De todos es conocido que Islandia no es un lugar de los más calurosos del planeta, pero a pesar de eso existen unos balnearios, que mezcla la tecnología y con la naturaleza. El agua caliente procede de la naturaleza, pero también han sabido aprovechar la situación y con la ayuda de una planta de energía geotérmica que hace que el agua se renueve cada dos días.
El enclave donde se encuentra este spa, es un campo de lava en Grindavik, al suroeste de Islandia y sus aguas dicen que tienen propiedades curativas. Gracias a la cantidad de componentes como silicio o azufre, personas de diversas partes del planeta, se acercan para comprobar sus propiedades curativas. Según dicen para lo que mejor sienta es para curar los problemas de piel como por ejemplo la psoriasis.
Por supuesto el agua caliente ofrece un gran atractivo en un lugar donde la temperatura normal no es que sea precisamente agradable. Y es que se goza mucho pudiéndote bañar en un agua perfecta, rodeada de hielo y temperaturas negativas. También en el complejo, se encuentran unos baños turcos que están excavados en la cueva de lava, una sauna y una cascada de agua. Cada año se acercan a disfrutar de estas aguas calientes unas 400.000 personas.
Si tenéis unos días libres y os apetece, podéis disfrutarlo.
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