Los vecinos de el condado de Skamania situado en Washington alertaron a la policia de que había habido una fuerte explosión en una de las casas de su barrio en plena madrugada. La policía rápidamente se personó en el lugar de los hechos. Cuando llegaron al lugar, se dieron cuenta de que el dueño era Christopher Dillingham, el cual tiene negocio de fuegos artificiales. Al ver alrededor de la casa los restos del perro esparcidos por la zona, descubrieron que el dueño había atado un fuego pirotécnico al cuello del animal y saltó por lo aires.
Al peguntar la policía al dueño del animal, éste le dijo que había efectivamente echo eso y que lo había hecho por que el perro de la raza labrador estaba endemoniado y que de esa manera era la única que había encontrado para acabar con el demonio que llevaba dentro. También comentó que el perro pertenecía anteriormente a un amigo de su ex-novia y fue esta la que le había metido el diablo dentro del perro.
A pesar de que todo estaba claro y de que asumió la autoría de los hecho, este individuo no será juzgado porque según la ley, para poder ser juzgado el animal debe de haber sufrido y en este caso el animal no sufrió nada por que la muerte fue instantánea.
aquicabetodolomio.blogspot.com
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